EL ESPERONAL

Un lugar para detenerse.

En la costa del sol, en un enclave privilegiado donde el mar y Gibraltar se unen en un horizonte infinito, se encuentra un jardín que transmite el concepto de la belleza mediterránea. Este jardín es mucho más que un mero paisaje; es una integración del mismo con la naturaleza que lo rodea.

Al abrir la puerta de acceso se percibe una transformación notable. Lo que una vez fue una entrada de hormigón desolada y reservada para los vehículos ahora se ha convertido en un exuberante jardín que invita a explorar. El pavimento de adoquín portugués de color blanco añade una continuidad estética que se fusiona perfectamente con la arquitectura.

La elección de gramíneas, vivaces y plantas autóctonas es fundamental en la creación de este jardín. Cada planta ha sido meticulosamente seleccionada para adaptarse al clima y al paisaje circundante, contribuyendo así a la sensación de armonía.

En la parte frontal del jardín, los setos de lentisco abrazan suavemente la pradera de césped, creando una transición fluida entre la tierra y el mar. Esta vegetación no solo sirve como marco natural, sino que también actúa como un guía visual, atrayendo la mirada hacia las vistas panorámicas del mar Mediterráneo y Gibraltar.Cada rincón de este jardín está diseñado para disfrutar de los sentidos. Ya sea paseando por los senderos serpenteantes o relajándose en un rincón tranquilo con vistas al mar.

Benahavís, Málaga.